¿Te cuesta ser constante y perseverar en lo que haces? Esta es una disciplina fundamental en todos los sentidos de la vida que se debe trabajar, tallar y pulir muy bien para no perder jamás. Si no perseveramos de nada sirve una carrera, profesión o una extraordinaria inteligencia y talento. Fíjense en los personajes importantes de la historia que han llegado a ser más que importantes y que nos han marcado, todos ellos han perseverado porque hacían esfuerzo por mantener sus convicciones. Los que ganas son aquellos que nunca se rinden, no lo olvides. Y no rendirse significa hacer frente a todo tipo de adversidad por cruel que sea, pero seguir el camino con paz interior, equilibrio y energías. No se puede obtener algo si no hay perseverancia. Quien desea ser abogado o médico, debe ser perseverante al estudiar en caso contrario no obtendrá jamás su título.
Si te encuentras leyendo este apartado, es porque quieres cambiar y eso es ya un gran paso, puesto que significa que deseas avanzar y esforzarte aún más por lo que quieres. Ahora ¿Por qué a pesar del esfuerzo a veces no se obtiene los resultados que esperamos? Aquí cabe preguntarse y ver algunas cosas como las siguientes:
¿Estás trabajando duro? ¿Lo haces con perseverancia? ¿Apuntas a lo que deseas? Si es así tranquilo, todo tiene sus ventajas y desventajas y la vida es como andar en bicicleta. A veces vamos por lugares en donde hay subidas y pendientes, pero el equilibrio llega si se persevera de todas maneras, la clave radica en insistir por más que una misma cosa te salga mal cien veces. Lo difícil es lo que más cuesta, tenlo en cuenta. Todo proyecto y meta cuesta además de esfuerzo, tiempo, energía, desgate, agotamiento y cansancio. Pero, ten presente que la recompensa y la satisfacción no te la ha de quitar nadie cuando lo logres. Por ello, haz hincapié en trabajar mucho, y mucho no es una cantidad de tiempo sino con más calidad. Cada uno de acuerdo a lo que se propone lo sabrá mejor. Si estás creciendo y notas cambios es porque vas por buen camino. Todo debe ser un reto y desafío pero si se trata de algo extremadamente difícil de alcanzar, quizás te agotes muy rápido. Ve cumpliendo metas y así llegarás. Enfócate en lo importante, en lo urgente y dedícale a ello el mayor tiempo. Gasta energías en lo que vale la pena y no derroches porque el camino no es corto.
Sé siempre perseverante, constante porque por más esfuerzos que hagas si tambaleas, si trabajas un día y dos no, de nada sirve. Aliméntate bien, duerme bien, disfruta de la familia, no vivas solo para trabajar. Cumple tu sueño y ve por él. Cuando hay progreso, no te esfuerces por llegar más rápido, todo toma sus tiempos. Lo importante es ir progresando. Como hemos dicho otras veces, no te compares con nadie y marcha por tu camino. No derroches energías, ni escuches palabras negativas que te han de derrumbar y quitar entusiasmo. Si has de comparar, compárate con gente muy sabia, con gente que sabe mucho y fíjate qué hace para salir rápido de diferentes situaciones. Revisa tus fortalezas, tus defectos y ve corrigiendo lo que falla. Por la noche preguntante si el día ha estado de maravillas, y si la respuesta es sí es porque has cumplido bien con la tarea lo que te fortalece para emprender la jornada siguiente. Si estás cansado un día, esto no puede ser excusa para interrumpir tu trabajo. Todos estamos cansados pero hay que seguir. Seguramente encontrarás muchos palos en la rueda pero eso te hará más fuerte, te has de comprometer más y querrás superarte. Todo este proceso te llevará su tiempo, y aprender a ser constante es una disciplina que debes ejecutar diariamente sin excepción alguna. De todo has de aprender en la marcha. Habrá cosas con las que te sentirás desanimado y otras muy satisfecho. Haz un balance y si son cosas que deben suceder es porque forman parte de la experiencia. No bajes los brazos. Bien reza el refrán: “Quien persevera, triunfa”. Parece una frase muy dicha pero es así. No hay otro camino. Y claro está que queda completamente prohibido rendirse y decir basta. En la vida todos tenemos misiones si quieres llamarlo así, y estas son para sentirnos felices. No te des por vencido. Ve mirando hacia atrás y cuenta todo lo que ya has logrado y apláudete por ello para continuar con más empuje aun. Luego cuando se vayan presentado problemas, ve tomando las decisiones que creas más pertinentes e inteligentes, y no te estreses porque estarás agotándote inútilmente. Apunta de manera clara a tu deseo y camina. No te detengas nunca. ¡Persevera que el triunfo, el éxito llegan!