9 Tips para no postergar más nuestras metas y así dar un cambio eficaz
El hecho de postergar sea lo que sea es lo peor que podemos hacer, se pierde tiempo y junto a él nada más y nada menos que la vida propia y todo lo que de ella queremos y deseamos. Si hablamos de emprender un proyecto, basta de excusas y a ponerse en acción. Por postergar y muchas de las veces por miedo, las personas se ha quedado viviendo en una nube, sin poder concretar metas, proyectos, sueños y así terminamos nuestras vidas completamente vacías. Por eso hay que tomar decisiones y por supuesto lo más importante ponerlas en acción, que es lo que en verdad todos tenemos que hacer y por lo que vale la pena. No deben abandonar lo que quieren, sea poco o mucho, aunque parezca superficial para otros o no sea de suma importancia. La vida es una y no tan larga, quizás ese mañana nunca llegue. Elimina al enemigo de la postergación ¿Cómo? Lee los siguientes tips:
1.- Programa y establece plazos para tus objetivos y un tiempo para alcanzar pequeñas metas. No pierdas tiempo y pon fechas, ordena tu calendario de tal manera que cada día tengas un primer paso en marcha y no lo dejes pasar por alto. Di no a las excusas. Organiza también los tiempos, las horas que has de dedicar a tu proyecto y conságrate a él. Comprométete seriamente a respetar lo pautado contigo mismo, y no te falles bajo ningún punto de vista. Completa cada tarea en su fecha y continúa con la siguiente, y así sucesivamente.
2.- No des tantas vueltas a un asunto antes de comenzarlo perdiendo más tiempo: Cuando ya tienes proyectada una tarea no comiences a pensar en los cómo, en las dudas ni en los resultados. Todo se arreglará en su momento. Si comienzas a pensar sin detenerte, acabas por no empezar con nada y encima gastas energías inútilmente. Utiliza esas energías trabajando en lo que anhelas y concretándolo. Cuando finalices ese día de trabajo, valóralo y olvídate de él, y al día siguiente continúa con la tarea que sigue.
3.- Apunta a aquellas cosas que tienes por costumbre postergar ni bien te levantas: Se sabe que es en la mañana en donde se suele tener cierta debilidad para enfrentar la jornada, sin embargo es el momento de más energía y si actúas desde la mañana verás qué bien te sentirás y te dejará con mucha motivación y entusiasmo para continuar el resto de la jornada.
4.- Ante aquella tarea que te cueste más o no sea de tu agrado pregúntate: ¿soy capaz de hacer frente a esto, saco algo de provecho y al mismo tiempo lo disfruto? Te aseguramos que la respuesta será sí. Siempre dentro de nuestros proyectos hay algo que resulta más complejo o más aburrido pero como sabemos nos ha de conducir al éxito y que es necesario hacerlo, eso nos empuja a realizarlo y lo bueno en este caso es tomarlo de manera amena con el fin de disfrutarlo. Trata de que sea agradable el tiempo que te tome esa tarea. Es como a quien no le gusta salir a correr, basta con comenzar a hacerlo para que llegue un cierto gustito que va en aumento por cada corrida matinal. Así también estas eliminando la postergación y vas concretando tu objetivo.
5.- Busca el apoyo en la gente que te ama, que te rodea, que sabes que alienta y te ayuda siendo siempre la más fiel: Cuando estas por emprender algo que sueñas, trata de que sea tu entono en donde dialogues, cuentes tus experiencias, tus dudas porque es la gente que te quiere, la que te va a apoyar y a escuchar incondicionalmente e incluso a aportarte alguna idea que te pueda ser útil. Gente que te sea fiel y que te empuje. Si de amigos hablamos, busca aquellos que luchan y que están en constante movimiento en busca de cosas nuevas.
6.- Siempre ayuda a alguien que encuentres y tenga un problema como tú: Cuando realizamos un proyecto a favor nuestro, es muy importante tenderle una mano a personas que buscan lo mismo y quizás se vea ante una dificultad que solo no puede resolver. Escúchalo, aconséjalo y dale lo que puedas de tu parte para que siga su camino. Te ganarás un amigo, y te sentirás muy reconfortado. Sigue siendo una persona humilde. Mañana tú podrás precisar de alguien. Hay que ayudarse mutuamente, es algo extraordinario que no se puede expresar con palabras si no lo vives.
7.- Visualiza y hazte afirmaciones cada día: Estos pasos son muy fáciles de llevar a cabo mientras trabajas, sin que te des cuenta te motivan, te ponen más optimista y positivo. Visualiza aquello que estas proyectando, imagina y lánzate a volar. Afírmate cosas buenas al respecto, siempre sabiendo que todo se va a concretar. Las palabras tienen mucho más poder del que pensamos y como decimos todo lo que se piensa sucede. Repítete pequeñas frases como “lo voy a conseguir” o “será fantástico” y así ármate las tuyas propias.
8.- Por último celebra y valora cada meta que alcanzas porque te lo debes a ti: Levanta la copa por cada paso dado, por cada pequeño triunfo, valórate y quiérete por ello. Apláudete. No olvides que has vencido al enemigo de la postergación y es un avance muy grande. Recompénsate con algo. Nada llegar por azar, todo es fruto de tu propio esfuerzo. Haz participé a otros y sin duda te sentirás mucho más impulsado para comenzar una nueva meta.
9.- Y si todo esto no funciona: No olvides que serás esclavo de la postergación que te ha de dominar toda la vida. Trata que de la postergación surja la acción rápidamente. Tómate un descanso, no está prohibido, pero que no se haga costumbre. Una cosa es tomarse un tiempo para reflexionar y otra muy diferente postergar.