Compararse es un grave error y te lleva a gastar energías en algo completamente inútil. A mucha gente le parece bien tener que compararse con otras personas que sean mejores, y si bien no es del todo erróneo, esta costumbre te ha de llevar a estar mirando constantemente el crecimiento del otro, perdiendo toda la atención hacia ti, hacia tus proyectos. Claro, que si encuentras en la comparación un motivo para superarte y motivarte, hazlopero no hagas de ello un hábito. Esto no es más que un auto engaño. Piensa que siempre habrá gente que será menos y más que tu cada día y no puedes vivir alerta viendo cómo marchan sus vidas y luego diciéndote que podrías ser como ellos. Si te estancas observando a alguien superior a ti, te paralizas, piensas que no puedes y ya no sigues con tus metas. Es mejor que encares tus proyectos, emprendimientos y camines por tu ruta. Sí es justo que admires a gente que ha llegado muy alto, que la valores pero no te debes comparar. Las comparaciones son tediosas en todos los aspectos. También hay gente que se debe comparar contigo ¿no los has pensado? Y si llegas a la cumbre de la montaña ¿con quién vas a compararte ahora? ¿Lo ves? Lejos de darte entusiasmo momentáneo, te quita todas las energías de seguir adelante creciendo y alcanzando tus objetivos. Ya decían filósofos como Cicerón por ejemplo, que “quienes no confían en sí mismos, suelen envidiar a los otros”. Y esto no te corresponde. No debes envidiar a nadie cuando tú mismo lo puedes hacer y aún mejor.
Por otro lado, no te dejes desvalorizar por nadie, no permitas que otro que ha subido más peldaños que tú te haga sentir inferior. Cada uno tiene sus tiempos para llegar al éxito. Si entonces tu autoestima, confianza y seguridad son parte de tus pilares aprovéchalos, exprímelos y explótalos en tu beneficio y no podrás hacer sentir a otro que está por debajo de ti, porque a nadie le gusta sentirse así y eso no es jugar limpio. Trabaja y lucha por tu emprendimiento, rodéate de gente capaz e inteligente y que sepa más que tú, pero en este caso será no para envidiarlas o compararte, sino para que te ayuden a crecer más y mejor. Y cuando se te acerque alguien que intenta subir y no lo logra, échale una mano. Somos todos iguales y por ende todos tenemos los mismos derechos. En el camino hacia el éxito cada quien tiene su manera, su tiempo y su triunfo en particular que siempre ha de ser único. Nunca demuestres que eres el mejor, mantener la humildad aun siendo exitoso como así también el agradecimiento, es fundamental para ser una gran persona. La manera en que otro alcanza el éxito te limita. No insistas, puedes hacer comparaciones y mal. Fíjate en tu propio camino y ve por él sin mirar hacia los costados. Tú posees habilidades, capacidades, conocimientos, ventajas y debilidades como todos. No eches a perder tu propio talento por querer compararte. Eso sí que te dejaría en la nada.
Por supuesto que tampoco debes cometer el pecado de sentirte inferior a nadie. Ninguno es más o menos que otro. Acomplejarte con este tema te acarreará otros problemas de los cuales no saldrás porque el círculo se volverá vicioso. Tampoco te creas superior. Sé tú mismo. Demuéstrate a ti mismo cuánto puedes y cómo lo has de lograr y lucha por ello. Algunos irán más despacio, otros, más rápido, pero esto no significa que alcances la cima.